«Sacad el color carne del estuche…»
Y, con una sencilla actividad, mis peques se dan cuenta que ese color no se ajusta ni siquiera a la realidad del aula. Qué significa «color carne», cuando ni siquiera nuestra piel se ajusta a ese concepto? Qué pasa con las personas cuya piel no se ajusta a ese canon? Las valoramos diferente?
Usando las tonalidades de la caja de «colores de piel» de Ubuntuland hemos realizado un mural colectivo para entender que el corazón no entiende de colores.
Arrancan las clases de Atedu en 1° de Primaria…